Región Sierra de Amula: El amor y el silencio detrás de cada desaparición

Por: Darwin Franco Migues

Parte IV

29 de septiembre 2015.- Es un secreto a voces que la Región Sierra de Amula y los 14 municipios que la componen han sido y es centro de operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), son muchos los testimonios que aseguran que Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder de esta agrupación aún se pasea por municipios como El Grullo, El Limón, Ayutla o Tonaya.

Se sabe también que esta región es de las que mayores índices de desapariciones poseen en el estado, el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas contabiliza desde el año 2006 al 31 de julio de 2015, 122 desapariciones. Lo cual contrasta terriblemente con lo reportado por la Dirección Regional Sierra de Amula de la Fiscalía General de Jalisco, la cual sólo registra 37 desapariciones.

Los municipios que componen la Región Sierra de Amula son Atengo, Autlán de Navarro, Ayutla, Chiquislistlán, Cuautla, El Grullo, El Limón, Ejutla, Juchitlán, Tecolotlán, Tenamaxtlán, Tonaya, Tuxcacuesco y Unión de Tula.
Desaparecer en la Región Sierra de Amula

En cada uno de los 14 municipios que conforman la Región Sierra de Amula existen denuncias por la desaparición de personas, los municipios con más número de desaparecidos son Autlán de Navarro con 40, El Grullo (22), Tuxcacuesco (17) y Unión de Tula con 11. En los que menos se presentan denuncias de desaparición son Tenamaxtlán y Tonaya con 2, además de Atengo, Cuautla y Ejutla que sólo registran una en cada municipio.

Las desapariciones en esta región convergen con un clima de violencia fuerte que se ha caracterizado por la manera en que el CJNG ha logrado infiltrar a diversas policías municipales tal y como ocurrió en el municipio de Unión de Tula, pues tras la confesión de José Alfredo Sánchez Dueñas —asesor jurídico del municipio de Ayutla e implicado en la muerte del alcalde de ese mismo municipio, Manuel Gómez Torres (03/08/14)— se supo que el cártel obligaba a los alcaldes de la región a incorporar a su gente en las policías municipales, así pasó en Unión de Tula, en 2011, pues Sánchez Dueñas aseguró que ese municipio se vio forzado a tener entre sus filas a “El Comandante Sergio”, líder del CJNG en la región y principal sospechoso de la muerte no sólo del alcalde de Ayutla sino también de la del subdirector de la policía de ese mismo municipio, Juan Ramón Ramírez Contreras, la cual sucedió el 26 de junio de 2014.

Otros dos homicidios vinculados a la Región Sierra de Amula, aunque éstos no ocurrieron ahí sino en la Zona Metropolitana de Guadalajara, fueron el del exdiputado federal, Gabriel Gómez Michel, el cual fue presidente municipal de El Grullo (2010-2012). Gómez Michel fue secuestrado el 22 de septiembre de 2014 en Tlaquepaque y posteriormente asesinado en el estado de Zacatecas. El otro homicidio es el del ex Delegado del ISSSTE en Jalisco, Javier Galván Guerrero, quien fue asesinado en Guadalajara, el 19 de junio de 2015. Galván Guerrero fue presidente municipal de Autlán de Navarro entre los años 1998 y 2000.

A continuación, se presentan tres historias sobre desaparición en tres municipios de la Región Sierra de Amula: El Limón, El Grullo y Ejutla, en las tres reina la impunidad, la violencia y la omisión de la Fiscalía General de Jalisco en la búsqueda de los desaparecidos.
La investigación archivada

Rusia Michel Zamora Hernández, de 26 años y José Eduardo López Hernández, 23 años, desaparecieron el 23 de abril de 2014 mientras viajaban en la carretera que une los municipios de El Grullo y El Limón. La distancia entre ambos municipios es de 26 kilómetros, una distancia corta que para sus familiares es hoy un largo abismo porque es fecha que no saben en qué punto y por qué circunstancias ambos desaparecieron.

Rusia Michel Zamora es la tía de José Eduardo, ese día ella se ofreció a llevarlo a El Grullo. En el trayecto tuvieron comunicación con sus familiares pero ninguno de los dos llegó a su destino. La familia de ambos rápidamente se movilizó para buscarlos; sin embargo, no hubo rastro alguno ni de ellos ni del carro en el que viajaban.
Rusia Michel Zamora Hernández, desaparecida desde el 23 de abril de 2014. Si se cuenta con información, comunicarse al 321-373-0489.

A los tres meses de su desaparición, personal de la Dirección Regional Sierra de Amula de la Fiscalía General de Jalisco, con sede en El Grullo, les informaron que localizaron el vehículo donde fueron vistos por última vez, Rusia Michel y José Eduardo. La familia tuvo esperanzas porque en el carro podría haber pistas o datos que llevaran al paradero de sus familiares pero no fue así porque nadie en la Fiscalía hizo un peritaje del vehículo. Donde también existe omisión es en la solicitud para acceder a la sábana de las últimas llamadas que pudieran haber salido o entrado en los teléfonos celulares de ambos jóvenes.

“Estamos muy decepcionados de las autoridades porque de ellas no hemos recibido ninguna llamada o ayuda. La investigación, nos dicen, ya está archivada”, expresó la madre de Rusia Michel Zamora Hernández. Rusia nació en Autlán de Navarro y es múltiple campeona en ciclismo de montaña y de pista. Si se busca información de ella en internet se puede saber que dos años antes de su desaparición, en 2012, ella ganó la novena edición de la competencia nocturna “La Macabrona”, la cual año con año reúne a los mejores ciclistas de montaña del país en Tlaxcala. Rusia ganó esa carrera, así como también resultó victoriosa en diversas competencias centroamericanas y panamericanas.

Sobre la desaparición de Rusia Michel y José Eduardo es poco es lo que se sabe porque es poco el trabajo que la Fiscalía General de Jalisco ha realizado para esclarecer cómo y por qué desaparecieron. Las familias de ambos jóvenes siguen esperando respuestas contundentes porque en este año y medio de búsqueda sólo han obtenido opacidad y silencio de parte de las autoridades de El Grullo pero también de la Fiscalía General.

El Grullo es uno de los municipios que se considera ha sido sitio de operaciones del CJNG, pues en sus calles se ha visto pasear y caminar a su líder Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”. Los pobladores de este municipio, incluso, refieren como hombres armados circundan sus calles de manera cotidiana; sin embargo, desde que arrancó la “Operación Jalisco”, el pasado 1 de mayo de 2015, los que hacen estos recorridos son militares, marines y policías federales, el miedo –no obstante- es el mismo.

El Limón, municipio sitiado y sin explicaciones

El Limón es uno de los municipios más pequeños de la Región Sierra de Amula, su población no supera los más de 6 mil habitantes. En el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED) tan sólo se tiene el registro de cuatro desapariciones, dos ocurridas en 2013 y las más recientes en el año 2015.

Quienes desaparecieron en el año 2013, lo hicieron en el mes de mayo, el primero, de 37 años, desapareció el día 18 y el segundo, de 28 años, el 30. De ninguno de ellos se sabe el nombre porque éste no es otorgado por el RNPED cuando se realiza la búsqueda de las personas que han desaparecido en El Limón.

De quienes sí sabemos su historia es de Montserrat Betancourt Rodríguez, de 16 años, y Cecilia Rodríguez Acosta, de 25, ambas desaparecieron en El Limón, el 29 de marzo de 2015. Originarias del municipio de Armería en Colima, ambas jóvenes vivían en el municipio de El Limón. El día en que desaparecieron era domingo y esto se sabe porque ese día, alrededor de las cinco de la tarde, un grupo de hombres a bordo de una camioneta tocó en su domicilio y preguntó por una de las chicas, ella se negó a salir y ese fue el motivo que propició que dichas personas se las llevaran del interior de su propia casa. Desde ese día no se sabe nada de ellas ni se tiene información de quiénes eran esos hombres.

Su madre tardó más de dos meses en presentar la denuncia, pues en El Limón hacer pública la desaparición de una persona genera mucho temor y miedo. Dos meses pasaron para que ella fuese capaz de romper el silencio, ya que ella mejor que nadie sabe que “la situación en El Limón es muy grave”, y lo es desde que este municipio, junto con El Grullo, son centro de operaciones del CJNG pero también desde que aquí el ejército también instaló un campamento para emprender las acciones de la “Operación Jalisco”, la cual —al menos— ya puede presumir que, el 22 de junio de 2015, realizó el desmantelamiento de un narco-laboratorio donde se aseguraron 50 kilogramos de droga sintética.

Sobre el paradero de los cuatro desaparecidos con denuncia en El Limón, nada se sabe, tampoco sabemos qué ocurrió con las más de 20 desapariciones que no se han querido denunciar por el temor hacia los hombres armados que están llevando a sus familiares.

Ejutla, evasión de la responsabilidad

Sergio Granados Padilla salió de su casa en el municipio de Ejutla para ir a trabajar. Ese 20 de abril de 2013, él volvió a ir a la ranchería en la que un día antes había trabajado descargando un camión. Ese 20 de abril, él y unos amigos no sólo descargarían más forraje sino que también recibirían el pago por los dos días.

“Al rato vengo”, fue lo último que Sergio dijo a su madre. Ella lo vio irse con su botella de agua y lo esperó para comer porque él dejó toda su ropa arreglada para que al llegar de trabajar tuviera todo listo para bañarse. Sin embargo, Sergio no volvió a casa y ahí fue cuando su madre, Socorro, comenzó a buscarlo con la novia y nada. Llamó a sus amigos y éstos no supieron decirle qué había pasado con él. Ellos fueron los últimos que lo vieron.

Socorro les dijo esto a los agentes del ministerio público del municipio de Unión de Tula, sitio donde ella puso su denuncia porque en Ejutla, las autoridades le dijeron que a ellos ese tema no les correspondía. Por eso tuvo que viajar hasta Unión pero después tuvo que trasladarse hasta el municipio de El Grullo, sede de la Dirección Regional Sierra de Amula de la Fiscalía General de Jalisco. En ambos sitios, Socorro pidió que llamaran a declarar a los amigos de Sergio, cosa que hicieron pero hasta dos días después, lo cual dio tiempo suficiente para que estas personas huyeran de Ejutla con todo y familia.

“Yo no sé qué pensar de todo esto pues nadie me dice dónde está mi hijo. Nosotros hemos sido los que hemos investigado qué fue lo que pudo haber pasado. Fuimos al lugar donde él fue a descargar el camión y el señor que los contrató nos dijo que mi hijo sí estuvo ahí pero que después se fue con los otros chicos cuando éste les pagó. Luego me fui enterando que de ahí se fueron a comer a una carnicería donde recibieron una llamada de otra persona que les pidió ayuda porque su camioneta se le había descompuesto en El Grullo…”.

Son tan sólo 19 kilómetros los que separan a Ejutla de El Grullo, así que el viaje que emprendieron Sergio y sus amigos no les llevaría más de media hora. Socorro, no obstante, cree que algo raro pasó en ese trayecto porque al preguntarles a los amigos de Sergio qué había pasado son su hijo encontró diferentes versiones: “Yo supe que a medio camino, el supuesto amigo les marcó para decirles que ya no fueran pero ellos dicen que sí llegaron y se metieron a El Grullo pero que rápido se regresaron hacia Ejutla, además dijeron que a Sergio lo dejaron en una esquina cerca de casa pero otras personas comentaron que cuando los vieron entrar al pueblo Sergio ya no venía con ellos. Por eso pedí que los llamarán a declarar pero ellos se escondieron y a los dos días de que mi hijo desapareció, se fueron”.

A dos años y medio de la desaparición de Sergio Granados Padilla, Socorro —su madre— no ha recibido ninguna información de parte de los agentes del ministerio público adscritos a la Dirección Regional Sierra de Amula de la Fiscalía General de Jalisco. Lo que sí recibió fue una única visita donde los agentes fueron hasta su casa a preguntarle: “¿Qué más sabía de la desaparición de su hijo? ¿Qué es lo que había averiguado?”.

“Yo lo que pido a las autoridades que nos ayuden a buscar a Sergio porque a la fecha nadie ha movido nada. No nos dicen nada de la investigación, incluso me tomaron la prueba de ADN pero no me dieron los resultados. Yo lo que quiero es que me digan dónde está mi hijo”, sentenció Socorro, quien pese a las negligencias de la autoridad no cesa de buscar a Sergio, quien desapareció en Ejutla desde el 20 de abril de 2013.

El RNPED precisa que para el municipio de Ejutla sólo hay una desaparición; sin embargo, ésta no es la de Sergio Granados Padilla sino la de un hombre de 28 años que desapareció el 6 de febrero del año 2012. Esta gran omisión vuelve a desaparecer a Sergio, pues aún con la denuncia la Fiscalía General de Jalisco no lo reporta como desaparecido a la federación.

En estas tres viñetas de las desapariciones en la Región de Sierra de Amula podemos entender lo riesgoso que pueden ser los trayectos tan cortos que unen a los 14 municipios que conforman la región, también es posible ver que la presencia del CJNG en la zona incide directamente en las desapariciones por la gran impunidad con la que estos grupos operan; no obstante, lo que prevalece es el arrojo de las familias que, pese a estas adversidades, son capaces de buscar a sus desaparecidos porque, como dijera Richi Rivera (hermano de Roy Rivera, desaparecido en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, el 11 de enero de 2011): “el miedo es el amor a los demás”, y en esta región no hay miedo que venza el amor.

http://www.proyectodiez.mx/region-sierra-de-amula-el-amor-y-el-silencio-detras-de-cada-desaparicion/