Jalisco: acceso y lucha por el agua

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Lauro Rodríguez / El Diario NTR

Ayer, como cada 22 de marzo, se conmemoró el Día Internacional del Agua, el cual fue decretado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1993 con el fin de concientizar sobre la relevancia de este líquido.

De acuerdo con datos de la ONU, una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso al agua potable. Y aunque en México y Jalisco la situación no llega a ese nivel, aún hay miles de personas que no cuentan con este servicio en casa.

En su Encuesta Intercensal 2015, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el panorama en el que se encuentra el estado en cuanto al acceso de agua potable.

Según el instituto, 1.9 por ciento de las viviendas no tiene agua potable, es decir, 39 mil 140 familias carecen del servicio en Jalisco.

Esta cantidad, para dimensionarla, representa 10 por ciento de la cantidad de viviendas que existen en Guadalajara y también es el equivalente a 67 veces la cantidad de hogares que existen en el municipio menos poblado: Ejutla. De igual manera, el número es mayor a la cantidad de casas contadas de una de las principales ciudades medias del estado: Ciudad Guzmán, la cual tiene 27 mil 948 viviendas. De este tamaño es el problema jalisciense.

Los resultados de la encuesta también indican que los que menos tienen acceso al servicio del agua son los municipios del norte del estado, muchos de ellos con comunidades indígenas.

En esta zona de Jalisco sólo cuatro municipios –Huejúcar, Colotlán, Santa María de los Ángeles y Totatiche– de los 10 que la conforman tienen garantizada una cobertura superior al 95 por ciento en el servicio del agua potable. Para el resto, la situación es distinta.

Mezquitic tiene un porcentaje de 69.2 por ciento de casas con agua potable. Al contar en ese entonces con un total de 4 mil 461 viviendas, mil 374 no tendrían el servicio.

Un caso similar ocurre con Bolaños. Este municipio tiene un porcentaje de 68.1 por ciento. Contaba en ese entonces con mil 651 viviendas en total, de las cuales 527 no tenían agua potable. Ambos municipios están habitados por comunidades indígenas.

Los otros cuatro municipios de la región, Villa Guerrero, Huejuquilla el Alto, Chimaltitán y San Martín de Bolaños, no pasan el 92 por ciento de acceso al agua potable.

De acuerdo con el Inegi, las personas que no tienen agua potable en sus casas se ven obligados a acarrearla para satisfacer las necesidades diarias. Las principales maneras de hacerse del líquido son mediante pozos comunitarios, pipas, arroyos, de otras viviendas y de la recolección de agua de lluvia.

PUEBLOS EN LUCHA

A la falta de agua potable en casa se suma la escasez provocada por grandes cultivos o megaproyectos, la cual está presente en el estado.

En la comunidad de El Fresnito, Zapotlán el Grande, justo al pie del Nevado de Colima, padecen de falta de agua desde hace ya varios años. No es por falta de tuberías o tomas domiciliarias, sino por la llegada de los cultivos del aguacate.

“Están vendiendo el agua del volcán para las aguacateras, a personas que no son ni de aquí”, comentó Irene Zepeda, habitante de la comunidad, a NTR.

El Nevado de Colima es considerado la principal “fábrica de agua” del sur de Jalisco. Hasta hace tres años, los pobladores narran que de ahí se abastecían; el agua les servía para beber y cocinar. En ese entonces, Alberto Esquer Gutiérrez, quien era presidente municipal y ahora es el actual secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco, cambió las redes y limitó el agua del Nevado a los pobladores, quienes aseguran que todo fue para beneficiar a los empresarios aguacateros.

“Pero pronto esto se va a convertir en un desierto porque hay sobre explotación de los mantos acuíferos y eso ninguna autoridad lo ve”, reclamó Francisco Chávez, otro de los pobladores.

Esta situación los ha llevado a mantener una lucha constante contra el gobierno municipal, quien ahora quiere cortarles completamente el agua del Nevado y adherirlos a todos al Sistema de Agua Potable de Zapotlán, organismo que, a decir de los pobladores, no ha dado resultados en la comunidad durante los últimos tres años. Tras manifestaciones, consiguieron un acuerdo por este año, en el que propondrán modelos y alternativas para solución del problema.

En otro punto del estado, justo en los Altos de Jalisco, se encuentra Temacapulín, comunidad que ha resistido y se ha negado a la culminación de la Presa El Zapotillo, un cuerpo de agua que amenaza con inundarlos.

En su último pronunciamiento, dado a conocer hace apenas unos días, denunciaron que el gobierno federal no ha cumplido su palabra de detener las obras, pues comprobaron mediante documentación oficial de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que en 2019 la presa registró avance en su construcción.

A la fecha, los pobladores argumentan que para ellos la defensa del agua y del territorio va más allá de la desaparición de sus pueblos.

“La Presa El Zapotillo amenazaría con privar del caudal ecológico al río Verde. A veces se dice: ‘es que se van a inundar tres pueblitos chiquitos de Jalisco’, ‘qué tiene, es por el beneficio de las mayorías’, cuando resulta que la mayoría de los que viven también aguas abajo de una represa va a salir afectado. No solamente las poblaciones, sino también, la flora y la fauna de esa región”, comentó uno de los pobladores.

A este escenario se suma que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, no ha entablado diálogo con ellos, pero sí lo ha hecho con el sector empresarial que se vería beneficiado con la presa. Situación que los pone a luchar no solo contra las industrias, sino contra los tres niveles de gobierno.

Por las anomalías de la obra, habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo dieron a conocer cuatro exigencias a la autoridad federal para que las cumpla sin opción a negociación: reconocer públicamente los daños y violaciones a los derechos de las poblaciones, así como establecer medidas de reparación; abrir diálogo para encontrar alternativas sustentables a El Zapotillo; revisar el proyecto para integrar una carpeta de investigación con posibles irregularidades, corrupción e impacto de la obra, y que haya apertura al diálogo entre los gobiernos federal y estatal con los pueblos dentro del ámbito de transparencia, con medios de comunicación como testigos.

El acceso al agua en el Norte de Jalisco*

  • Bolaños 68.1
  • Mezquitic 69.2
  • Chimaltitán 84.8
  • Villa Guerrero 88.8
  • Huejuquilla el Alto 91.8
  • San Martín de Bolaños 92
  • Totatiche 96.5
  • Huejúcar 99
  • Colotlán 99.1
  • Santa María de los Ángeles 99.1

*Municipio y Porcentaje de acceso al agua potable

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