La comunidad Otomí de la Ciudad de México toma las instalaciones del INPI

Carteles colgados en el último piso del INPI: Samir Flores y Emiliano Zapata. Foto: Colectivo Grieta.

Colectivo Grieta, 12 octubre de 2020

En el marco de la “Jornada Nacional de Movilización en Defensa de la Madre Tierra, contra la guerra al EZLN, los pueblos y comunidades Indígenas”, compañeras y compañeros de la comunidad Otomí de la Ciudad de México acompañadas por diversas organizaciones sociales, tomaron las instalaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), sobre avenida Coyoacán, exigiendo el cese a la guerra y hostigamiento en contra de las comunidades zapatistas y la solución a la precaria situación que vive la comunidad Otomí de la Ciudad de México desde el sismo de 2017.

Imágenes de la toma del INPI. Fotos: Colectivo Grieta.

 

El INPI se cubrió de mantas con los rostros del General Emiliano Zapata y del líder comunitario morelense Samir Flores Soberanes, asesinado el 20 de febrero de 2019; también mantas con los 7 principios del mandar obedeciendo. Una manta decía: “El zapatismo no es partido, es un entero. Porque la dignidad no se negocia, no se vende, no se traiciona. ¡Fuera paramilitares de territorio zapatista!” Las paredes del INPI se pintaron con demandas y consignas: “528 años de despojo… NADA que celebrar! ¡Fuera paramilitares de Chiapas!” y “Vivienda digna para la comunidad Otomí residente en la ciudad de México!”

Imágenes de la toma del INPI. Fotos: Colectivo Grieta.

El ambiente de la acción fue festivo, los colectivos y organizaciones montaron la mesa para la rueda de prensa, colgaron mantas que recuerdan a compañeros desaparecidos, que rechazan la imposición de megaproyectos, y echaron a andar el sonido. La primera canción que sonó fue “La Maldición de Malinche” en voz de Amparo Ochoa.

La rueda de prensa comenzó poco antes de las 13 hrs. Un compañero de la Coordinación metropolitana anticapitalista y antipatriarcal presentó a las y los compañeros que hablaron. Afirmó que después de 528 años de resistencia y rebeldía, a más de 5 siglos de desprecio y genocidio, de intento de eliminar la cultura, la lengua, tradiciones y vida de los pueblos originarios, decidieron tomar las instalaciones del INPI para que los escuchen.

Rueda de prensa de la toma del INPI. Foto: Colectivo Grieta.

 

En la rueda de prensa hablaron: Mari Mejía, concejala del Concejo Indígena de Gobierno del CNI por parte de la comunidad Otomí de la Ciudad de México; Sarah Hernández de Santiago Mexquititlán, comunidad Otomí en Querétaro; Isabel Valencia de la comunidad Otomí de la Ciudad de México; y Filiberto Margarito, concejal de la comunidad Otomí de la Ciudad de México.

Rueda de prensa durante toma del INPI. Foto: Colectivo Grieta.

 

Mari Mejía empezó su participación en otomí. Después tradujo al castellano. Dijo que hoy tomaban el INPI, como hace un año habían salido a marchar, como hace 500 años resistían. Afirmó que siempre que los pueblos originarios se manifiestan, los gobiernos en turno les prometen solución. Pero todos mienten, nunca hay solución, siguen viviendo en la calle. Afirmó que no se van a ir del INPI hasta que se solucionen sus demandas. Exigió una mesa de diálogo con Claudia Sheinbaum (jefa de gobierno de la Ciudad de México) y con Adelfo Regino (titular del INPI).

 

Por su parte, Isabel Valencia denunció cómo el gobierno les está despojando de sus tierras con mentiras, y cómo ellos están luchando por cuidar la madre tierra y por vivienda. Contó que en la lucha por vivienda, el gobierno siempre les da largas. Además, afirmó que Claudia Sheinbaum y Adelfo Regino dicen que ´primero los pueblos´; pues ahora los pueblos les contestan: aquí estamos los pueblos y no tenemos nada, no hay apoyo. Denunció que todo el dinero que tiene el gobierno lo invierte en sus megaproyectos de muerte, como el Tren Maya, pero cuando los pueblos piden ser escuchados, el gobierno los humilla, les quita sus celulares porque les dicen que no pueden grabar. Al igual que Mari Mejía, Isabel Valencia exigió el esclarecimiento del asesinato de Samir Flores.

También participó Sarah Hernández, otomí de la comunidad de Santiago Mexquititlán, comunidad en Querétaro, de donde gran parte de los otomís de la Ciudad de México han sido desplazados. Contó cómo ella y Estela Hernández han sufrido persecución política, represión y están amenazadas de muerte. Afirmó por ello que no confían en ninguna institución. Contó que en Santiago Mexquititlán también están en un proceso fuerte de lucha y de resistencia. Hay un proyecto que quiere gentrificar a Santiago Mexquititlán, hacerlo un lugar para turistas, pero ese proyecto amenaza con destruir el templo comunitario, que es el origen de la comunidad de Santiago. Contó cómo las grandes empresas entran y talan los bosques, pero que si ellos o ellas suben por leña al monte, los golpean; lo mismo con el agua, ellos no tienen agua pero ven bajar de los montes pipas llenas. Además contó que empiezan a sonar rumores de que hay intereses de desaparecer su panteón comunitario y poner hoteles de lujo en esas tierras. Frente a ese horizonte de despojo, Sarah Hernández afirmó que la esperanza es la autonomía de los pueblos. Cerró su participación gritando la consigna “¡Fuera militares de Chiapas! Y ¡Chiapas, Chiapas no es cuartel!”

 

Después llegó el turno de Filiberto Margarito, quien leyó un comunicado escrito por la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México. Afirmó que la toma del INPI se había decidido en asamblea. En su comunicado exigieron el fin del hostigamiento y los ataques en contra de las comunidades zapatistas, denunciaron la guerra contrainsurgente y los megaproyectos de muerte, entre los que mencionaron el Proyecto Integral Morelos, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y el corredor Interoceánico. A través del comunicado también llamaron a hacer de la toma un espacio de encuentro para todas las resistencias. Hacia el final exigieron la expropiación de los predios de Guanajuato 200, Zacatecas 74 y Zaragoza 1434, además de dotar 80 viviendas para la comunidad de Roma 18, plaza artesanal para la comunidad Otomí, servicios de salud, respeto para el trabajo de las mujeres y su autonomía, y garantizar educación para los distintos niveles de la comunidad.

Un compañero de la Coordinadora Metropolitana mostró un par de documentos sellados por las administraciones pasada y actual, respectivamente. En dichos documentos se muestra que el gobierno se comprometió a expropiar el predio de Zacatecas y entregarlo a la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México. Lo único que hacía falta era publicarlo; sin embargo, nunca se hizo. Ahora, frente a la pregunta de por qué no se ha hecho público, les contestaron que esos documentos ya expiraron. Con ese tipo de acciones, los distintos gobiernos han dado largas a los pueblos, mostrando que no hay ninguna diferencia entre la autodenominada 4T y las administraciones que le antecedieron.

 

Foto: Colectivo Grieta. Documentos de compromiso de expropiación de predios.

Después tomaron la palabra distintas organizaciones que acompañaron y apoyaron la acción. Hablaron representantes de la Coordinación de colonias de Ecatepec, del Congreso Popular Social y Ciudadano, de la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio “El Istmo es nuestro”, quienes denunciaron el megaproyecto de muerte del Corredor Interoceánico; un representante del Movimiento Agrario Indígena Zapatista, compañeros de Guerrero y un compañero de la CNPA.

Al finalizar la rueda de prensa, se invitó a los medios presentes a filmar el estado en que se encontraban las instalaciones al momento de la toma para que se hiciera público. En los siguientes videos se muestra el estado de las instalaciones.