Alumnas entregan instalaciones de Psicología tras 107 días de paro (Ciudad de México)

Texto y fotos: María Ruiz / Pie de Página

La Asamblea Separatista de Mujeres Organizadas de la Facultad de Psicología de la UNAM entregó este 22 de mayo al Consejo Técnico las instalaciones donde mantuvieron un paro. Las estudiantes lograron 12 de sus 14 exigencias en contra de la violencia de género

Son las ocho de la mañana y un grupo de mujeres se encapucha en uno de los largos pasillos de la Facultad de Psicología. Conversan mientras comen pastel de chocolate… Celebran el cumpleaños de una de ellas, de una de las mujeres que conforman la Asamblea Separatista de Mujeres Organizadas de la Facultad de Psicología. Es también, después de tres meses y medio, el día que decidieron entregar la facultad.

Las mujeres se abrazan en silencio y a algunas se les humedecen ligeramente los ojos. Por tres meses y medio estas estudiantes de psicología dedicaron sus vidas a tomar las instalaciones como parte de una protesta para que el resto de sus compañeras del plantel estudien seguras.

Cocinar, despertar juntas, ver películas, lavar ropa, hacer tareas, maquillarse, cuidar planteles, encapucharse, mantener mesas de diálogo, tener discusiones políticas. Así transcurrieron 107 días de un paro interrumpido por una contingencia sanitaria.

Las paristas saben lo que lograron. Con todo y la presión por la contingencia debido a la covid-19 y después de varias mesas de diálogo vía Zoom, consiguieron 12 de las 14 exigencias manifestadas en su pliego petitorio.

“Nuestro principal punto era generar una Comisión Autónoma de Mujeres donde hubiera profesoras, estudiantes y trabajadoras, porque esa es una acción que para nosotras representa autonomìa y representatividad sin depender de una administración que toma decisiones por sus propios intereses” cuenta Hipo. La joven es una de las integrantes de la Asamblea Separatista. Se llama Hipo para resguardar su nombre verdadero como medida de seguridad como parista.

Hace dos años no existía ninguna colectiva que visibilizara la violencia contra las mujeres en la Facultad de Psicología. Hoy la ASMOFP está integrada por mujeres de todos los semestres e incluso tesistas. Ahí Hipo ve un un logro más, en el haberse encontrado, en mantenerse juntas para lo que sigue porque no confían en que los cambios van a ser de raíz.

La covid19

Hipo recuerda que los primero días de contingencia sanitaria pensaron que era la peor cosa que les había sucedido. Cuenta que estar en paro significa parar tu vida, desaparecer del mundo. Y de pronto el mundo también paró y de manera forzada.

“El aislamiento se extendió todavía más. Afectó en temas del apoyo fìsico, tanto de las compañeras que podíamos acuerpar, como de los víveres, de los materiales que necesitábamos para sobrevivir. Vimos que nuestras compañeras de Filos y Polacas levantaron y sentimos la presión venir porque las autoridades decían que querían cuidarnos, que era por nuestro bien. El paro lo levantamos por decisión colectiva debido al avance y aseguramiento del cumplimiento de los puntos», recuerda Hipo.

Al final de los días del paro separatista, con la contingencia el plantel se volvió más seguro. Y aunque al principio parecía perjudicial, la jornada de sana distancia ayudó a que las autoridades atendieran las exigencias de las partistas:

“Ya no había excusa para que las autoridades dijeran que ya no había tiempo, estaban totalmente enfocados en nuestro paro. Quizá quitó presión las clases en lìnea pero pues, fue insistir. Todos los días tomamos decisiones con mesas de trabajo. Jamás había visto un proceso político a través de Zoom, la realidad nos alcanzó virtualmente” cuenta la parista.

La espacia

Otro de los logros de las Mujeres Organizadas de Psicología es su espacia. Un lugar destinado para que las estudiantes de psicología se sientan seguras. La nombraron “Cihuatán”, que en náhuatl significa “Lugar de las mujeres”.

Este lugar está destinado para la escucha y el acompañamiento, abierto a que la mujer que lo necesite pueda visitarlo y no sentirse sola.

«Al principio lo único que nos unía era la rabia y el deseo de no saberte sola en la facultad patriarcal, pero ahora también buscamos la libre expresión para que todas las psicólogas en formación puedan conjuntar su experiencia académica con su experiencia como mujeres universitarias» se lee en uno de sus comunicados en donde también se especifica que en caso de transgredir este espacio se estaría faltando a la carta compromiso de no represalias que autoridades del plantel firmaron.

Aprendizajes de la convivencia

Tomar la facultad significó que espacios extraños se volvieran íntimos:

“Apropiarse de ese espacio es muy raro. Que los baños donde usualmente te formas, que odias, (donde) no hay agua… ahora estaban siendo tus baños, tu lugar privado” cuenta Hipo.

La parista resalta que durante el paro problematizaron sus diferencias y reafirmaron que decir lo que sienten es político; buscaron que la convivencia no se volviera debilidad y que ésta no fuera la razón por la que entregaran las instalaciones:

“(Buscamos) dialogar, consensuar, que las cosas mínimas de convivencia no se volvieran lo que nos desgaste porque esa es la apuesta siempre, que al final lo que nos haga romper un paro sea el desgaste entre nosotras. Luchamos mucho contra eso, sobre todo en las últimas semanas, porque fueron las más tensas, estresantes, con carga de trabajo muy fuertes y algo muy bonito es que por la misma carrera de psicología, todo el tiempo hacíamos contención y todo el tiempo estábamos intentando decir lo que sentíamos” recuerda Hipo.

La futura psicóloga cuenta que durante los paros dieron contención a otras facultades y esto les permitió ver qué evitar o qué sumar a su proceso:

“No sé si fue la carrera pero fue algo muy particular que no es prioritario en los procesos políticos: hablar de lo afectivo no es lo primordial porque los procesos políticos han sido regidos por hombres y los hombres no generan en su acción política un espacio donde decidan que lo personal es político. (Lo personal) es lo que va a mantener vivo el porqué continuar. Acuerpar significa eso, acuerpar con todo y las entrañas, no tener miedo a decir (lo que sientes), eso lo vuelve más real, más sincero y quita la idealización de lo que significa ser una parista o estar en la acción política directa” explica Hipo.

La entrega

Al cuarto para las nueve de la mañana las paristas bajaron a la explanada, se acomodaron, se abrazaron, organizaron su salida y antes de comenzar la jornada gritaron juntas dos veces un largo “¡Ahhhh!”. Luego marcharon con consignas hasta la puerta, listas para entregar las llaves de la facultad. Ahí agradecieron a las mujeres que las acompañaron:

“Por la solidaridad y sensibilidad que recibimos por parte de ustedas. Quienes donaron, quienes difundieron nuestras exigencias, quienes estuvieron aquí cerca y lejos. A nuestro círculo, a las mujeres de nuestra historia, la fuerza para mantener este paro la obtuvimos de ustedas”. Este comunicado lo leyó Arcoiris, como conocen a otra de las paristas de la facultad. Después Arcoiris nombró el futuro:

“Compañeras que nos están escuchando, regresar a las instalaciones no será inmediato ante este panorama de salud mundial, pero en el momento que se dé, nosotras también vamos a volver más fuertes, más seguras, sobre lo que queremos cambiar y esperamos crear con las otras. Y queremos decirte también que nos seguiremos encontrando en las filas para entrar al baño, en la cafetería, en los salones, en el laboratorio, en la biblioteca, o cualquier otro lugar que tengamos en común. Ya no estás sola, no estamos solas.

Y nunca más van a tener la comodidad de nuestro silencio”.

Después de que las cartas compromiso fueron firmadas por representantes del Consejo Técnico, corroboraron que las instalaciones están en óptimas condiciones, como se observa en su documentación compartida en sus redes sociales. Las llaves fueron entregadas y las paristas salieron en filas y luego en grupos se fueron de la Facultad.

¿Qué sigue después de la contingencia?

Hipo ve en su espacia el futuro del paro separatista. Desde ahí seguirán presionando y dando seguimiento a los casos:

“Que sepan que estamos ahí, que nuestros ojos están mirando críticamente, y que podemos hacerlo y somos capaces de hacerlo. No es por demostrar fuerza porque eso es totalmente patriarcal. Es por demostrar que existimos porque siempre nos intentan desaparecer y silenciar. Lo que sigue es seguir creciendo”, expresa.

Para HIpo hacerse visible no solo sirve para evidenciar la violencia contra las mujeres, también para que se sepa que existen mujeres dispuestas a enfrentarla y a sobrevivirla, dispuestas a luchar y amarse juntas a pesar de ella.

Dentro de la UNAM el único paro que queda es en la Facultad de Economía, donde al momento, las mujeres organizadas no han logrado llegar a acuerdos con las autoridades de su plantel.

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