Diálogo de ritmos, palabras y colores en el marco de las jornadas Samir somos todas y todos

Colectivo Grieta
1 marzo de 2020.

El sábado 15 de febrero el Rincón Zapatista y la Cafetería Comandanta Ramona organizaron un tokín y la elaboración de grafitis en Carmona y Valle 32 como parte de las actividades programadas dentro de las Jornadas Samir somos todas y todos.

Rap, hip hop, huapangos, fusión y spoken word se sucedían en un diálogo de ritmos y palabras mientras la Coordinadora de Valle de Chalco elaboraba grafitis en torno a la lucha zapatista. Dentro de esta actividad, la otra Ciudad de México, la de abajo, se encontró con los abajos de otras geografías, quienes a través del arte trazaron puentes entre diferentes resistencias.

La actividad comenzó con la elaboración de grafitis al tiempo que Luz Contreras ocupaba el micrófono para poner dolores y rebeldías en palabras a través del spoken word. Junto con Luz, Filosoflow subió al escenario para echarse un palomazo de su spoken word racializado. Al finalizar su presentación Psiquesón tocó sones de costumbre de la huasteca que dedicó a la resistencia de los pueblos zapatistas y del CNI, y a la memoria de los compañeros asesinados.

Mientras elaboraban los murales, integrantes de la Coordinadora de Valle Chalco, colectivo adherente a la Sexta e integrado por jóvenes estudiantes, trabajadores y amas de casa, comentaron: “a través del arte es como creemos que nosotros podemos alzar la voz y respaldar un movimiento tan importante como el zapatista”. Frente a la crisis económica, ecológica y social que estamos viviendo “creemos que es importante estar participando en estos momentos porque cada quien debe poner un granito de arena, cada quien a sus formas, si alguien le sabe a la cultura, a la poesía que venga y participe, en el caso de nosotros nuestra trinchera es el grafiti, lo cultural y por eso estamos presentes”.

Como parte de las mismas Jornadas la Coordinadora participó en la elaboración de pintas en la Avenida Zaragoza el 16 de febrero y el día 20 de febrero organizaron actividades de grafiti y mural en Valle de Chalco coordinadas con acciones similares a nivel nacional e internacional, en la que participaron colectivos en las ciudades de Tijuana, Mexicali, Puebla y Ciudad de México, entre otras.

El tokín siguió con la música de rap de Conexión Miktlán. Este colectivo de artistas fundado en 2012, se dedica al rap y todo lo existente en torno a la cultura del hip hop, grafiti, beats, producción musical y maquila de ropa. Integrado por jóvenes de las periferias de la Ciudad de México, Iztapalapa, Ecatepec, Chimalhuacán, tienen su punto de encuentro en el local “Reciclaje Street” ubicado en Los Reyes, La Paz, donde tienen una tienda y un estudio de grabación. Uno de sus integrantes compartió la razón para participar en las jornadas: “La solidaridad, la empatía con los carnales que están en resistencia frente a la necedad del gobierno de querer hacer megaproyectos despojando a las comunidades indígenas de lo que les pertenece”.

Llegado desde la huasteca potosina, especialmente para esta actividad, Rodolfo González improvisó décimas, recuperando en sus letras paisajes de la vida campesina de nuestros pueblos y alzando la voz en contra de los megaproyectos de muerte. Al finalizar Brenda Nava recordó a la Comandanta Ramona y a las mujeres zapatistas y a través de su spoken word trenzó la historia de dolor y lucha de las mujeres latinoamericanas, “Josefina fue esterilizada forzadamente desde la sierra del Cusco hasta montañas de San Cristóbal de las Casas”, Josefina es la machi mapuche presa por el Estado chileno, Josefina es la guerrillera maya asesinada por el Estado, Josefina es comandanta en la Policía Comunitaria, Josefina resiste a la minería en Cajamarca, Josefina es la que grita en la plaza, Josefina fue asesinada en 2010 en Oaxaca y en 2016 en Honduras, “su nombre Josefina enuncia lucha y protesta, sabe a barricada y huele a esperanza […] tal vez Josefina sea nuestra historia”.

Siguiendo a Brenda, Error en el sistema invitó con su música a sembrar semillas de lucha y a identificar al enemigo al grito de “Fuck police”. Natura y Naya integrantes de Error definieron su proyecto como un “rap contestatario, callejero y consciente”. De acuerdo con ellos el objetivo de su música “es tratar de reflejar nuestra vida diaria a través de nuestras rimas y también un poco de lo que hemos vivido en la lucha social porque hemos estado acompañando a los padres de Ayotzinapa y algunos pueblos en lucha como Atenco, Xochicuautla y Nochixtlán”.

Para ellos “el arte ha sido una pieza fundamental en los procesos de lucha porque se utiliza como un arma, como un medio de expresión y es muy importante porque es la alternativa que nos queda como pueblo. Es una alternativa muy fuerte para reflejar la realidad que estamos viviendo, no solo a través de la música como en nuestro caso, sino a través de la pintura, de la escultura, existen muchas artes y muchos artistas que están sumándose a las luchas brindando su grano de arena desde su trinchera que es el arte, yo creo que es muy importante y muy valioso y un recurso muy importante para la lucha que estamos dando desde abajo como pueblo”.

Al finalizar Error en el Sistema subieron juntos al escenario Nahua Tecuani, Naya y Rodolfo González a improvisar al ritmo de Psiquesón en contra de los megaproyectos, en memoria de Samir y por la defensa de la tierra y el territorio. Este momento estuvo cargado de toda la imaginación y la fuerza de la palabra de músicos que acompañan la lucha de nuestros pueblos y desde ahí imaginan mundos nuevos.

Al finalizar la improvisación, los grafitis fueron presentados a los asistentes, al tiempo que un compañero de la Coordinadora de Valle de Chalco se subió al escenario a rapear. Los murales sirvieron como escenario para las siguientes presentaciones. Nahua Tecuani al ritmo de su armónica y acordeón rapeó a la resistencia de los pueblos originarios. Llegado desde Santa María Zacatepec, municipio de Juan C. Bonilla, Puebla habló de la lucha de los pueblos en torno al cuidado del río Metlapanapa y la organización para conformar un gobierno autónomo. Señaló a partir de su experiencia “que en la organización del pueblo siempre es bien importante buscar la autonomía porque así no hay un portavoz, es un pueblo el que hace una sola voz y el que puede rescatar un río, puede rescatar un bosque, puede rescatar una selva. Lo que se necesita es eso, se necesita organización”.

Profundizando en la defensa del río Metlapanapa nos compartió: “La organización de un pueblo es indispensable para la vida y la vida no me refiero a la vida de un ser humano sino a la vida de todo, la vida de la naturaleza, de los animales, de las personas, o sea si no tenemos agua no tenemos comida y si no tenemos agua y comida nosotros podemos morir, entonces, lo que ellos luchan es eso. A ellos no les importa tener cinco o diez pesos en la bolsa, para ellos lo que les importa es tener agua limpia para poder limpiar el chapulín, para poder estar en la siembra, para poder bañarse, para poder estar tranquilos y lo demás es secundario. El dinero va y viene pero el agua no va y viene, una vez que la contaminen ya valió, se murió, y el agua también es vida y el agua tiene memoria y el agua sabe que Zacatepec la está salvando y el río lo va recordar por generaciones y lo va seguir transmitiendo”.

Junto a Nahua se subió a improvisar un rapero oaxaqueño, lo que permitió seguir conectando palabras y resistencias. Nahua Tecuani nos dio un ejemplo del poder de la música para unir la resistencia de los pueblos: “El 27 de diciembre estuve en Rancho Nuevo, en Huejutla allá en la huasteca hidalguense. Entonces hay un colectivo que se llama Blanco y Negro que es un colectivo que hace rap en náhuatl, que se fue de jornalero a Colima, ellos empezaron este proyecto de rap en náhuatl. Lo que ellos hacen es muy grande porque te dan la problemática de lo que está pasando en la huasteca, lo que han vivido, lo que vive el pueblo, pero también en Colima. En Colima está un pueblo que se llama Zacualpan y ellos le hicieron una rola porque quería entrar una minera y lograron correrla, entonces allá en Zacoalpan es un himno que tienen ellos, o sea unos chavos de Rancho Nuevo de la huasteca llegaron a Colima e hicieron un himno para Zacoalpan, entonces yo creo que eso es algo enorme, que te tomen en cuenta para este tipo de proyectos, muchas personas no lo ven, pero para mí es algo muy grande”.

La fuerza femenina llegó con Xochicanela, quienes a ritmo del son y el huapango hicieron un recorrido por nuestra cultura popular, seguidas de la música de fusión de Malamata, que a través de su música hizo una síntesis de lo mejor de la tradición de música de protesta latinoamericana. Finalmente, desde Zumpango MC Lokoter cerró el tokín con palabras de la vida de los de abajo. La actividad se convirtió así en un diálogo de ritmos, palabras y colores que construyó puentes entre geografías y luchas en defensa del territorio y en memoria de compañeros como Samir y el Tío Bad que a través de su ejemplo y su arte nos enseñaron que, en la lucha por la vida, el arte y la palabra están del lado de los pueblos.