Desplazados desmienten a autoridades: ‘Persiste violencia en sierra del sur de Sinaloa’
Ricardo Rojas/Línea Directa
Las familias desplazadas aseguran que es falso lo que han dicho algunas autoridades, como el alcalde de Concordia, respecto a que se ha tranquilizado la situación en dicha región
El desplazamiento forzado por la violencia está fuerte aún y es mentira que las familias puedan volver a sus pueblos, como presumen las autoridades, particularmente en Concordia, refutó este miércoles Miguel Ángel Jardines.
En los 21 días que corren de este 2020, hay personas que siguen saliendo de las comunidades serranas, ya que no les permiten ni siquiera sepultar a sus muertos, o bien son amenazados que si no dejan sus pertenencias deberán sujetarse a las consecuencias.
“Es mentira absolutamente, la realidad es que sigue habiendo violencia, la gente ya no puede acercarse, hay casos que la gente quiere regresar a enterrar a sus muertos, ni siquiera eso le permiten, entonces no hay condiciones para una estancia permanente en paz”.
Indicó que Rosario y Concordia es donde más agudo está el problema, sin dejar de lado en San Ignacio, donde por ser más alejado cuesta tener con mayor prontitud la información referente a este problema social, en el cual las autoridades en los tres niveles de gobierno mantienen oídos sordos.
“Estoy hablando del sur, de la parte de Rosario, Escuinapa, gente de Durango que ha bajado, gente de acá de San Ignacio, el problema continúa a veces como que entra en crisis, viene mucha gente, a veces es uno por uno”.
Miguel Ángel Jardines afirmó que la violencia, además de los muertos, los desplazados, ha dejado personas con secuelas duras, y que requieren de atención especializada o bien de psicólogos para orientar a los niños y mujeres.
“Te digo hay una señora que le mataron ocho familiares, y tú dices, ay y la señora siempre muy seria, que no llora ¿Por qué no llora? Necesita que les den tratamiento, entonces son graves los problemas”.
Lamentó que a pesar de que son muchos años de padecer este problema social en Sinaloa, ninguna autoridad, ni local ni federal ha sido capaz de hacerle frente a esta situación.