Salina Cruz huele a peligro

Gonzalo Domínguez, Oaxaca.

SALINA CRUZ, OAX. La refinería Antonio Dovalí Jaime, la más productiva del país, cuya operación inició desde hace más de 37 años con la instalación de 24 plantas que procesan el hidrocarburo, está convertida en un eminente factor de riesgo para sus trabajadores, así como para la comunidad, por su escaso mantenimiento y el exceso de corrupción que se complica con la falta de rutas de evacuación y la pésima o nula señalización.

La Dovalí Jaime, se ubica al norte de la ciudad, colindante con la comunidad de Boca del Río y San Pedro Huilotepec, rodeada de al menos 20 colonias en una extensión de 600 hectáreas.

Desde cualquier punto de la ciudad, se puede apreciar las instalaciones petroleras por sus enormes chimeneas de más de 50 metros de altura, que emanan enormes columnas de humo tóxico que se esparcen en el cielo.

Silvestre Sánchez Carrillo, especialista en el tema de seguridad industrial y exdirector de la Unidad Municipal de Protección Civil, admitió que la refinería atraviesa por una severa crisis de seguridad.

Y es que las explosiones e incidentes, están a la orden del día, aunque el gerente Jaime Tarcicio Bracamontes y el mismo encargado de Comunicación Social, Demetrio Cipriano, se empeñan en minimizar los riesgos.

La explosión más reciente que cimbró al municipio, ocurrió el 24 de noviembre, en la planta de Alquilación y dejó daños materiales y al menos una veintena de lesionados, sin que se precisara con exactitud si hubo muertos.

“No queremos que nos pase lo que ocurrió en “Pajaritos”. Lo que si es cierto, es que los riesgos se pueden evitar, y es responsabilidad de la gerencia velar por la seguridad de los trabajadores y de la misma ciudadanía”, admitió Sánchez Carrillo.

“Los riesgos están ahí, en la operación misma de la refinería, lo que se pretende es que esos riesgos sean minimizados con mantenimientos preventivos y correctivos y posteriormente con la aplicación de los medios de seguridad”.

Y es que en ese mismo 24 de noviembre, la explosión generó pánico entre la población y por la falta de información y coordinación entre las autoridades de los tres niveles de Gobierno, se generó un caos.

“No hubo una información real de lo que estaba aconteciendo en la refinería. Pemex, como siembre, se mantuvo hermético y hasta minimizaron los hechos y la gente salió corriendo sin rumbo definido para ponerse a salvo”, afirmó el especialista.

Carrillo calificó al titular de Comunicación Social como un funcionario omiso e irresponsable, porque se niega a informar de lo que ahí sucede.

“En un incidente, lo que generan es angustia y desesperación entre la sociedad. Comunicación social no cumple con sus funciones y generan un caos”, insistió.

Explicó que la refinería cuenta con lo más sofisticado en tecnología, que van desde detectores de gases en caso de fuga, detector de combustibles y otros sensores que pueden emitir una señal de riesgo.

Pésima señalización

De acuerdo con la fuente, esa refinería ubicada en más de 600 hectáreas, colindante con la comunidad de Boca del Río, Huazantlán y Huilotepec, cuenta con rutas de evacuación, pero no hay señalización.

Sobre las vialidades que se utilizan como ruta de escape, se pudo constatar que no hay señalización que indique a los automovilistas, el camino a seguir para ponerse a salvo.

“Son rutas que la gente no utiliza en una emergencia, porque carecen de señalización”.

Además, las dos avenidas están llenas de enormes topes y baches, que impide un tránsito fluido a los automovilistas.

Derecho del vía, invadido

Talleres mecánicos, centros comerciales, tiendas, misceláneas, cantinas y parques, forman parte de los asentamientos que invaden el derecho de vía de Petróleos Mexicanos.

Las líneas transportan gasolina, chapopote, diesel, amoniaco y otros productos que son altamente explosivos.

Silvestre Sánchez indicó que son al menos 23 colonias colindantes con el derecho de vía, con asentamientos humanos y familias que viven con el riesgo bajo sus pies.

Dijo que la única forma de estar preparados ante un desastre, es mediante la cultura de la prevención, pero sobre todo que se cumplan con los protocolos de seguridad que marcan la normatividad de Pemex o la empresa productiva del estado, concluyó.

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